jueves, 27 de marzo de 2014

Lady Orie.

Camina tranquila por los pasillos de su palacio envuelto en brumas, pero tras ella no deja sonido de pasos o el susurro de unos pies arrastrándose. Sólo hay silencio. Es como el avanzar de un espíritu, pero ella no es un fantasma, ella es muy superior a esas almas ancladas que vagan por el mundo terrenal sufriendo la incomprensión de aquellos que las ven.
Lady Orie está muy por encima de todos ellos. Por encima de todos esos comunes que pueblan la Tierra creyendo ser reyes de ella, sin darse cuenta que no son más que insectos intentando controlar una realidad que les queda demasiado grande. Son tan
ególatras…
Y ese no es su único defecto. Además, sus mentes y sus almas no aguantan mucho: unos cuantos problemas, una o dos visiones y ya están consumidos y atrapados por la locura. Quizá sea por la limitación de sus mentes. Es asombroso ver cómo son incapaces de comprender apenas nada, cuando ellos mismos se creen tan inteligentes.
Le divierten, sin embargo. Es divertido jugar con ellos mientras piensan que no es así, mientras creen que controlan la situación, cuando en realidad los está manejando como a simples marionetas hasta que ya no dan más de sí.
Siempre ocurre lo mismo: elige a su nueva víctima y le hace pensar que es él el que ha elegido. Que piense esto es realmente muy importante ya que, de este modo, sienten que son superiores y se vuelven más manejables.
Después, viene la seducción: es una fase algo aburrida, pero no dura mucho. Los machos humanos son terriblemente sencillos: unas cuantas sutilezas, un par de copas y están comiendo de su mano mientras se revuelven con ella entre las sábanas. Sus sábanas, por supuesto; así alimentan su ilusión de estar por encima, así los pobres ingenuos piensan que al final saldrán vencedores de esa su última aventura.
Porque será la última, aunque nunca lo saben. Llevados por su lujuria, desde la primera noche empiezan a vivir por y para ella; desde la primera noche, y durante todas las demás, le ofrecen su alma como un regalo que entregan poco a poco y hasta que no pueden más.
A medida que pasa el tiempo, sus problemas aumentan: no comen ni duermen, pensando en volver a tenerla entre sus brazos; su mundo se reduce a ellos dos y se aíslan de todos los demás; se quedan sin trabajo, sin amigos y hasta su familia se aleja. Además, las visiones les acosan: ven llamas que salen de cualquier lado; la gente que pasa por su lado se convierte en sucios esqueletos por un instante; cuando yacen con Orie, ven alas membranosas nacer de su espalda y tornarse rojos sus ojos castaños…
En poco tiempo, los pobres infelices se encuentran en un eterno bucle de oscuridad.
La mayoría elige saltar desde algún puente para salir de él, aunque los disparos y las sogas también son bastante populares. Los humanos pueden llegar a ser tan melodramáticos…
Y todo para, al final, no encontrar la paz que esperaban. Cuando mueren, sus almas terminan donde ellos mismos las enviaron. Encerradas en jaulas en el húmedo sótano de su castillo, los espíritus de cientos de desgraciados hombres se lamentan eternamente deseando no haber conocido jamás a aquella bella muchacha tras la que se escondía Orie.
Su gozo.
Su maldición.
Su propio paraíso que, tras la muerte, les impidió llegar a él.
Lady Orie les contempla ahora desde las escaleras: son más de cien, cada uno en su jaula, formando líneas y columnas perfectamente organizadas. Sus lamentos se escuchan a la vez, como si de una tétrica canción de cuna se tratara.
Alguien debió enseñarles a no fiarse jamás de un súcubo.





3 comentarios:

  1. Me había dado cuenta a mitad de relato que ella era un súcubo, un demonio que se convierte en mujer para absorver la vida de los humanos poco a poco, o de una vez según prefiera, Además suelen coger el semen de los hombres para que los íncubos, otros demonios que se convierten en hombres, lo depositen en las mujeres. Hasta hace poco no sabía mucho de estos seres, pero a raíz de la serie Lost Girl busque información en internet, y decidí que aparecerán en mi próximo proyecto LNO: Luz Neutralidad Oscuridad, con el resto seres sobrenaturales.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que yo me enteré de que existían con el juego Catherine (creo) y, claro, en seguida me llamaron la atención.
      Ya me dirás cuando publicas ese proyecto, que me está dando mucha curiosidad.

      Eliminar
    2. En cuanto termine el de Erdwill, me pongo a preparar a fondo este proyecto. Cuando lo tenga bien cocinado, comenzaré a escribir los capítulos, y como los otros, los colgaré en el blog.

      Eliminar